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La Junta reconoce el protagonismo de Agrobío en la revolución verde vivida por el sector hortícola a

Sánchez Haro enfatiza que el control biológico es garante de la sostenibilidad de las producciones y de la adecuación a los gustos del consumidor actual.

 

El consejero de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural, Rodrigo Sánchez Haro, ha reconocido hoy en su visita a la empresa Agrobío "su protagonismo en la revolución verde experimentada por el sector hortícola almeriense en la última década, que le ha llevado a ser líder nacional en la producción y comercialización de insectos auxiliares para la agricultura". Durante su visita, Sánchez Haro ha reconocido en esta empresa como uno de los motores de la producción almeriense de frutas y hortalizas, enfatizando en la idea de que "el control biológico es garante de la sostenibilidad de las producciones y de la adecuación a los gustos del consumidor actual, que en todo el mundo orienta su elección cada vez más hacia los alimentos producidos de forma más natural".

El consejero ha hecho un llamamiento a no bajar la guardia en la cuestión del control biológico, al que ha definido como "una de las señas de identidad de la agricultura almeriense". En este sentido, ha recordado que es un carácter diferenciador que aporta un valor añadido a la producción.

Agrobío fue la primera entidad en utilizar abejorros para polinizar cultivos hortícolas protegidos y frutales, así como otras especies para el control biológico. Desde su fundación en 1995, y con la colaboración con el Instituto de Investigación y Formación Agraria y Pesquera de Andalucía (Ifapa), Agrobío ha apostado en todo momento por la investigación y el desarrollo continuo de nuevos productos. Son especialmente destacadas sus líneas de biopolinización y de control biológico.

De esta forma, esta compañía ha conseguido crear programas propios de I+D en producción de abejorros, y también se ha caracterizado por sus líneas de investigación sobre los enemigos naturales de las plagas, en colaboración con distintas entidades públicas y privadas, caso de universidades o la propia administración andaluza. Con una plantilla de 170 trabajadores con alta cualificación y unas instalaciones de más de 15.000 metros cuadrados, que incluyen laboratorios y áreas de I+D, en la actualidad abastece a más de 35 países de todo el mundo y tiene una filial en Marruecos y una segunda bio-fábrica en Turquia.

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